Los expertos recomiendan que se lleven a cabo reformas políticas con el objetivo de eliminar los ortoftalatos de ciertos productos.
Ciudad de México, 21 de febrero (RT).- Científicos del Proyecto TENDR alertan que la presencia de productos químicos en los plásticos daña el cerebro de los bebés, según queda recogido en un artículo publicado este jueves en la revista médica American Journal of Public Health.
El texto señala que datos sólidos de estudios longitudinales de cohorte de nacimiento y de estudios experimentales de animales expuestos perinatalmente muestran que la exposición a ortoftalatos puede afectar el desarrollo del cerebro y aumentar los riesgos de padecer trastornos del aprendizaje, de la atención y del comportamiento en la infancia.
Los expertos recalcan en el estudio que “las exposiciones son generalizadas” y advierten que “la mayoría de las personas están expuestas a múltiples ortoftalatos de forma simultánea”.
Por esta razón, los científicos del Proyecto TENDR recomiendan activar un “enfoque de clase” para evaluar qué impacto tiene este compuesto químico en la salud, tal y como se ha hecho con otras clases de sustancias químicas.
Here is the paper. Neurotoxicity of Ortho-Phthalates: Recommendations for Critical Policy Reforms to Protect Brain Development in Children | AJPH | Vol. Issue @YaleSPH @YaleDeptEHS https://t.co/wP46iiBcDi
— Vasilis Vasiliou (@vasilisyale) February 21, 2021
GRUPOS DE RIESGO
“Proponemos reformas políticas críticamente necesarias para eliminar los ortoftalatos de los productos que conducen a la exposición de mujeres embarazadas, mujeres en edad reproductiva, lactantes y niños”, añaden, al tiempo que subrayan la necesidad de reducir las exposiciones entre aquellas personas socialmente vulnerables, como las personas de color, que suelen estar más expuestas.
Por último, el artículo señala que los ortoftalatos se utilizan en una amplia gama de productos y que, por lo tanto, su eliminación requerirá un enfoque regulatorio múltiple tanto a nivel federal como estatal en Estados Unidos.
“El hecho de que los fabricantes y minoristas ya hayan eliminado de manera voluntaria los ortoftalatos de una gran cantidad de productos indica que este objetivo es factible”, concluye el texto.